13 de agosto de 2011

Prólogo a Falla de fábrica

Estas palabras no pretenden ser una bienvenida como tal ni una declaración de principios para esta nueva aventura. Son una invitación a formar parte de éste blog denominado falla de fábrica, a considerarse una falla de fábrica ¿Quién no lo ha sentido alguna vez en su vida?

Ser una falla de fábrica en el lenguaje popular significa estar averiado desde el origen, desde el propio nacimiento. A veces sentimos que venimos a este mundo con defectos, trabas y limitaciones que se originan desde nuestra propia concepción, al mismo tiempo que desarrollamos capacidades y virtudes que otros añorarían poseer. Tener defectos de fábrica al fin y al cabo no es tan malo,  dependiendo de cuáles sean esas aptitudes o características que los demás o la sociedad vean como “fallas”. Poseer cierto grado de locura, de imaginación, de sinceridad, de soledad y retrospección, de burla, de crítica y análisis, de sensatez, de solidaridad, de rabia, de ingenuidad y confianza, son rasgos que la sociedad actual no ve con buenos ojos cuando existen en grandes cantidades. Si denominan una falla de nacimiento poseer un exacerbado sentido del humor y sarcasmo, pues para mí no es más que un halago.

Pero a su vez, la falla de fábrica otorga al sujeto/cosa un grado de originalidad que lo diferencia rotundamente del resto. Si pensamos en la producción de aparatos tecnológicos a gran escala, una avería en la cubierta de una lavadora o un rayón en la pintura de un refrigerador, le otorga una originalidad inmediata, se distancia de las grandes cantidades de productos que se elaboran bajo los mismos cánones visuales; se vuelve único e irrepetible, como un objeto de arte, de artesanía. Así somos las fallas de fábricas del mundo actual, en el que intentan elaborarnos y producirnos a escalas globales, en donde nos ordenan como vestirnos, como hablar y  desear, las fallas de fábricas pasan a ser esos aparatos abollados y agrietados desde el origen, condenados a ser diferentes, incluso algunos se abollan en el transcurso de la vida para salvarse de la gran máquina fotocopiadora llamada sociedad.

No quiero tampoco caer en la extrema diferencia, esa diferencia cardinal que no existe, claramente prevalece un prototipo de normalidad ciudadana del cual podemos escapar hasta donde nos deje el sistema, pero siempre estamos atados a los cánones impuestos por la cultura, en el fondo somos aparatos producidos en masa, sólo con ciertos abollones distintivos. Espero que en esta nueva empresa me encuentre con otras fallas de fábrica que posean las mismas inquietudes, sueños y anhelos, que tengan las mismas ansias de transformar realidades, de compartir críticas y esperanzas. 

Espero seamos muchos más, un abrazo

2 comentarios:

  1. Cada uno, con su vida, su experiencia, sueños, proyectos y metas, vamos reflejando auqellas fallas de fabrica, pero son estas mismas fallas, que reflejadas en la sociedad, son las que nos permiten hoy en dia mostar nuestra postura, luchar por nuestros sueños y necesidades, estudiar y conocer gente con otras fallas, de mas cuales algo vamos a aprender!!!

    te felicito por tu nuevo blog!!! y por tus fallas, por que sin duda son ellas las que te hacen escribir hoy!!!

    Isa

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tus palabras estimada, dan ánimos para seguir escribiendo.

    un abrazo

    ResponderEliminar